Geriasa Madrid es testigo del merecido homenaje a uno de sus residentes, el poeta Don Luís Arrillaga

Geriasa Madrid ha sido testigo del emotivo homenaje que un nuetrido grupo de poetas de la capital ha querido rendir a Don Luís Arrillaga, residente del centro. En dicho homenaje se entabló una animada conversación entre los asistentes y se recitaron varios poemas de Don Luís.

Si uno observa el bagaje de Don Luís observa con asombro lo prolífico de su carrera como poeta. Nacido en Madrid, 1951. es licenciado en Teología. Profesor E.M. Crítico y ensayista. Miembro del Patronato A.P.P. Fundador y coordinador de los grupos Némesis, Buen Retiro. Codir. progr. radial poesía COPE. Prometeo de Bronce (1985), Medalla A.E.A.E. (1987), Pluma de Plata (1993). De poesía: «Panorama de la poesía española en el siglo XX» (1994). Poemarios publicados: «Poema de las catorce cruces» (1979), «Las consideraciones que no vienen al caso» (1982), «Libro de las ruinas» (1986), «Clamores del regreso» (1988), «Balada para un amor ausente y otros poemas» (1988), «Poemas a Marta» (1991), «Más allá de la sangre» (1992). Premios a poemarios: Puerta del Sol (1982), Dama de Elche (1987), Barro (1987), Angaro (1990), Villa de Benasque (1994), Ciudad Real (1982), Julián Andúgar (1982).

Como muestra de su maestría, os dejamos un poema,  «Bosque del recuerdo», que escribió como Homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid:

 

Pájaros de la niebla, singladura del viento,

holocausto y fulgor de trompetas malignas,

 mis pies saben el gozo de la carne y la piedra

cuando cantan la sed de palabras altivas.

El aroma del sol penetra en mis estancias

y la muerte se aleja de la fiebre del día.

Un abrazo de espuma ignora el estertor del olvido

 que yace en la voz de la brisa.

 Los cipreses de fuego tiemblan bajo el ocaso

 si mis manos escuchan la paz de las heridas.

Una oración lejana se oculta entre los cuerpos

 del dolor y el placer en la misma guarida.

 La herencia de la noche no cabe en mis bolsillos,

 ni tampoco el desmayo de un tiempo de ceniza.

Sólo guardo en mi pecho la luz de la memoria

 de unos seres nacidos en el beso y la dicha.

 

 Luís Arrillaga. (Madrid, 9.11.2010)

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